Comprometerse a trabajar para que los habitantes se conviertan en ciudadanos. Y que ese compromiso se vaya traduciendo en acciones concretas, en busca de esa transformación, con la mira puesta en el Bicentenario de la Independencia, en 2016. Esas fueron algunas de las ideas que atravesaron ayer la mesa que se realizó en la Kehilá, y alrededor de la cual se sentaron representantes de distintos credos religiosos: monseñor Alfredo Zecca por la Iglesia Católica; Juan Manuel Alurralde por la Iglesia Ortodoxa, Héctor Mohammad, de la Asociación Panislámica, el rabino Salomón Nussbaum, Leonor Martínez (focolares) y referentes de la Mesa Interreligiosa de Tucumán (Juan Carlos Hourcade, Raúl Feler, Jorge Brahim y Fernando Bach).
En la sede de la Kehilá judía como anfitriona (por pedido de Zecca), los líderes religiosos suscribieron un documento de adhesión al “Foro de habitantes a ciudadanos” que habían formado en julio de este año en Buenos Aires una veintena de instituciones religiosas, empresarias, civiles y sindicales, y que está en marcha en varias provincias y municipios del país. Esa convocatoria venía a profundizar una iniciativa de diálogo ecuménico e interreligioso que lleva desde el año 2008 la Conferencia Episcopal Argentina (CEA). Aunque no fue al encuentro por motivos de salud, también firmó el documento Moubarak Hanna Saleme, de la Iglesia Maronita.
Monseñor Zecca explicó que del espacio impulsado hace años por la CEA fueron surgiendo proyectos “muy concretos”. “Y acá estamos constituyendo el capítulo Tucumán. Nuestro caso es especial, ya que en Tucumán estamos transitando el camino al Bicentenario de la Independencia. El 2016 es el desafío de poder recoger lo mejor de nuestra historia, para poder crear mejores condiciones de vida ciudadana, provincial y regional”, afirmó el arzobispo, una vez concluido el foro. La memoria fresca de los saqueos planeó en todas las intervenciones.
“Lo que pasó fue terrible. Pero me parece que es muy fácil echarle la culpa sólo a la dirigencia. Algo nos está pasando como sociedad. Por eso es importante mirar y trabajar pata el futuro”, añadió Zecca, en respuesta a preguntas de la prensa.
Por su parte, Feler, de la Mesa de Diálogo Interreligioso, llamó a “luchar por una sociedad mejor, a reaccionar contra la pobreza estructural, tanto material como espiritual”. Nussbaum destacó la oportunidad del Foro: “El 2016 es una fecha demasiado significativa como para que no la tomemos en cuenta. Es un desafío para resolver una de las complicaciones que tenemos como Nación: en la argentinidad de hoy debemos entender que todos somos protagonistas de este proyecto de futuro; sería muy trágico pensar en un proyecto que no incluya a todos”. Mohammad, de la Panislámica, coincidió en que el Foro “puede ser el espacio de ideas generadoras de acciones, de trabajo para Tucumán; para que no se repita lo que nos acaba de ocurrir”.
Ayer se acordó un nuevo encuentro para el 4 de febrero, en la sede del Arzobispado, esta vez con referentes de las entidades empresarias, sindicales y de la sociedad civil, para darle la puntada final al llamado “Capítulo Tucumán” del “Foro de habitantes a tucumanos”. No descartan que en julio de 2016 Tucumán sea la sede para el balance de la iniciativa que impulsó la CEA hace cinco años.